Cada víspera de Navidad, Santa se asegura de llegar a Zapallar en barco en vez de trineo. Su barco está brillantemente decorado con globos multicolores. Papá navega en el horizonte y navega su camino alrededor de la bahía de la playa, instalándose en las afueras de las olas. En ese momento, Santa distribuye sus regalos, como los globos son liberados en el mar. Los jovenes nadan con entusiasmo a recoger sus regalos. Cuanto más fria el agua, mas preciado es el premio para los que aún no saben nadar. La alegría de volver a la playa, con el balón en la mano, es innegable. Todos disfrutan los momentos antes de regresar a su casa para ver lo que Santa les ha dejado bajo el árbol.
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